• Pese a la falta real de stock suficiente de los nuevos tacógrafos de segunda generación, que deberían equiparse obligatoriamente en los vehículos de transporte desde el pasado 21 de Agosto, la Comisión Europea deja el problema en manos de los Estados y postpone cualquier posible decisión suya al próximo mes de Septiembre.
  • Se calcula en más de 40.000 los vehículos de transporte adquiridos en toda Europa afectados por esta situación, que se podría agravar en 2024 al tener que sustituir el próximo año su actual tacógrafo analógico o digital más de 1.5 millones de camiones y autobuses en la Unión Europea.

 

En diferentes ámbitos institucionales y asociativos en la Unión Europea, está sorprendiendo la falta de actuación efectiva por parte de la Comisión Europea en relación con la preocupante falta de stock suficiente de los nuevos tacógrafos inteligentes de segunda generación, que desde el pasado 21 de Agosto deben equipar obligatoriamente todos los camiones y autobuses que se matriculen en cualquiera de los Estados miembros.

 

Diferentes problemas en la implementación tecnológica del sistema de navegación del nuevo aparato tacógrafo y otros, motivó el retraso de las dos marcas fabricantes de los nuevos aparatos en poder homologar y posteriormente iniciar su fabricación. De hecho, uno de los fabricantes recibió el visto bueno de homologación el pasado 17 de Agosto, lo que en la práctica ha supuesto que  los fabricantes de vehículos hayan recibido muy pocas unidades hasta la fecha, absolutamente insuficientes para equipar los aproximadamente 300.000 vehículos de transporte que anualmente se fabrican en Europea.

 

Pese a dicha preocupante situación y el requerimiento de los Estados miembros, la Comisión Europea ha optado por no dar hasta la fecha ninguna solución armonizada a nivel europeo, dejando el problema en manos de los Gobiernos nacionales, y condicionando cualquier  posible actuación por su parte en función de cómo evolucione la situación para el próximo mes de septiembre, pese a que en la actualidad podrían estar afectados aproximadamente unos 40.000 camiones y autobuses en toda la Unión.

 

Este incomprensible desentendimiento por parte de la Comisión Europea, ha llevado a muchos Estados miembros a adoptar, de forma descoordinada, medidas extraordinarias a nivel nacional para tratar de resolver la situación, cómo es el caso de España, en el que el Ministerio de Transportes junto con los de Industria e Interior han habilitado un régimen excepcional de prematriculación,  como ya informó FENADISMER hace unos días.

 

Pero el problema se podría extender y agravar a lo largo de 2024, teniendo en cuenta que todos los camiones y autobuses que realicen transporte internacional deberán sustituir antes de que acabe el próximo año su actual aparato tacógrafo analógico o digital por el nuevo tacógrafo inteligente de segunda generación, lo que afectaría más de 1.5 millones de vehículos de transporte en toda la Unión Europea.

 

 

 

 

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