Una nueva ley dificultará reclamar contra los cárteles empresariales
- Entre los últimos cárteles con más impacto entre los consumidores tanto particulares como profesionales habidos los últimos años destacan el de los fabricantes de camiones, el de las petroleras y el de los concesionarios de coches, que han motivado la presentación de macrodemandas colectivas por los sobreprecios pactados entre los grupos empresariales participantes en dichas prácticas anticompetitivas
- Sin embargo FENADISMER alerta que el futuro proyecto de ley de acciones colectivas pretende limitar este tipo de reclamaciones, en perjuicio de los consumidores afectados, beneficiando a los grandes grupos empresariales que abusan de ellos.
En los últimos años FENADISMER ha venido actuando de forma muy activa y exitosa en contra de los diferentes oligopolios y prácticas anticompetitivas que ha venido sufriendo el sector del transporte por carretera en diferentes ámbitos en los últimos años. Prueba de ello fue la reclamación contra el conocido cártel de fabricantes europeo de camiones promovida en 2016, en la que se representaron los intereses de más de 20.000 camiones afectados en toda España, o posteriormente las macrodemandas interpuestas en 2021 y 2022 contra las principales petroleras por sobreprecios en más de 4.000 millones de litros de combustible adquiridos por los transportistas durante los últimos 14 años, o recientemente con la reclamación presentada el pasado año por un total de 12.500 vehículos contra las marcas y concesionarios de venta de turismos y furgonetas en nuestro país.
Sin embargo futuras reclamaciones colectivas contra dichas prácticas anticompetitivas podrían estar en peligro de prosperar el proyecto de ley de acciones colectivas, cuyo tramite acaba de iniciarse en el Parlamento, en desarrollo de una Directiva europea aprobada en 2020 relativa a las acciones de representación para la protección de los intereses colectivos de los consumidores.
Y es que lejos de favorecer y facilitar este tipo de reclamaciones en apoyo de los consumidores afectados y en defensa de un deseable mercado libre y competitivo, el proyecto va en sentido contrario pareciendo proteger más a los grandes grupos empresariales que abusan de aquellos, pese a que al proyecto se le haya denominado con el rimbombante nombre de “Ley para la protección y defensa de los derechos e intereses de los consumidores y usuarios”, al imponer numerosas limitaciones y trabas al ejercicio de este tipo de reclamaciones. Así, entre otras, se limita la legitimación activa, esto es, la capacidad de iniciar la reclamación sólo a determinadas asociaciones de consumidores, impidiendo que cualquier organización o entidad pueda entablarlas, incluso facultando a la empresa demandada a recusar a la entidad demandante.
Pero no contento con ello, la norma también interfiere en cómo se financian este tipo de reclamaciones colectivas, en numerosos casos apoyados en fondos especializados en este tipo de actuaciones, que suele financiar la reclamación de los consumidores afectados, dada la complejidad y el elevado coste a los que tienen que enfrentarse en la mayoría de los carteles frente a grandes grupos empresariales apoyados en potentes bufetes de abogados. Así, en esta cuestión que es de carácter eminentemente privada, el proyecto de ley concede a los jueces la capacidad de valorar de forma unilateral si la financiación acordada se considera justa, pudiendo hacer decaer la reclamación, lo que en definitiva puede provocar que, de aprobarse la ley, en el futuro ningún fondo esté dispuesto a asumir por adelantado el coste de este tipo de procedimientos si corre el riesgo de que el juez posteriormente anule la financiación acordada con los reclamantes.
Por ello, FENADISMER planteará a los diferentes Grupos Políticos para que durante la tramitación de la ley se enmienden aquellos aspectos más conflictivos de la norma para de este modo se consiga el necesario objetivo de facilitar este tipo de reclamaciones para los consumidores tanto particulares como profesionales frente a los abusos de los grandes grupos empresariales a los que cada vez con mayor frecuencia se enfrentan dairiamente.