Los servicios a vehículos eléctricos incrementan las incidencias en su gestión y sus tarifas de auxilio siguen sin diferenciarse de las de los vehículos de combustión.

 

Durante la campaña de Navidades y Reyes, se han incrementado las asistencias a vehículos eléctricos, habiéndose reportado a la Alianza de Auxilio en Carretera graves dificultades para gestionar su auxilio de modo eficiente y seguro, que están complicando su atención y traslado a talleres.

 

La asistencia a vehículos eléctricos comienza a producirse más allá de situaciones anecdóticas sin que los riesgos de su manipulación estén definidos para el sector del auxilio en carretera.

 

Los servicios de auxilio y asistencia en viaje a vehículos eléctricos, requieren diferente utillaje y equipos de protección individual para los operarios de grúas de auxilio, incrementan el riesgo de electrocución, intoxicación por gases y bloqueo de elementos, mientras que, una vez retirados a campas o bases de las empresas de auxilio hasta su traslado a talleres aumentan los riesgos de incendio, descarga de baterías que pueden producir nuevas averías e imposibilidad de manipulación de determinados elementos para la desconexión que, en muchos casos, no quedan cubiertos por las compañías aseguradoras, trasladando mayores responsabilidades a las empresas de asistencia.

 

Además, estos vehículos requieren de formación especializada para su atención ante siniestros y averías sin que su tratamiento se encuentre definido y tarificado de modo diferenciado por las diferentes compañías aseguradoras, plataformas de asistencia y clubes automovilísticos.

 

El portavoz de la Alianza, Xavier Martí, ha manifestado que “va a ser imprescindible que el sector y las aseguradoras nos sentemos a tratar con seriedad este asunto si no queremos que este tipo de vehículos queden en muchos casos sin auxilio en carretera ante los problemas que se plantean a nuestras empresas”

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