• El desvío obligatorio a camiones de la N-340 a la AP-7, que afecta a la circulación diaria de más de 4000 camiones, está ocasionando gravísimos problemas de sobresaturación de aparcamiento en las 3 únicas Áreas de descanso existentes en la autopista, dificultando que los transportistas puedan realizar los descansos obligatorios.
  • Tanto la DGT como Transit de Cataluña siguen oponiéndose a que los transportistas puedan abandonar la autopista para realizar el repostaje del vehículo o los descansos en la carretera nacional, salvo que retrocedan por la misma salida de la autopista.

 

 

Desde que el pasado mes de septiembre fueron aprobadas las restricciones a la circulación de camiones de 4 o más ejes por las provincias de Castellón, Tarragona, Lleida y el Sur de Barcelona, mediante la prohibición de su circulación por las carreteras nacionales N-340 y N-240, tanto por la Dirección General de Tráfico como por el Servicio de Tránsito de Cataluña, más de 4.000 camiones son obligados diariamente a circular por las autopista de peaje AP-7, afectando negativamente a la circulación diaria de dicha vía, teniendo en cuenta que tan importante volumen de camiones se suma al número similar de camiones que ya transitaban con anterioridad por dichas autopistas. Ello ha venido ocasionando desde el primer de puesta en marcha de los citados desvíos gravísimos problemas de sobresaturación e inseguridad vial en las 3 únicas Áreas de descanso existentes en dicho tramo en la autopista AP-7, en concreto las de Benicarló, La Ribera y Baix Ebre, que entre las tres suman menos de 90 plazas de parking para camiones, dificultando que los transportistas puedan realizar los descansos que por ley están obligados a hacer cada 4 horas.

Así, pese a las reiteradas protestas de FENADISMER y las restantes organizaciones de transportistas tanto a la DGT como a Transit de Cataluña, ambos organismos siguen rechazando la posibilidad de que los transportistas puedan abandonar la autopista de peaje hacia la carretera nacional para realizar las labores de repostaje, avituallamiento o descanso, ya que en ambos casos les obligan a retroceder e incorporarse por la misma salida de la autopista, con la consiguiente pérdida de tiempo y de duplicación de kilómetros recorridos, lo que resulta absolutamente irracional y contrario a los principios de eficiencia empresarial y de seguridad vial.

Por ello, de persistir el próximo Gobierno en su negativa a facilitar su actividad a los transportistas que transitan por dichas vías, FENADISMER confía en todo caso que sea finalmente el Tribunal Superior de Justicia quien estime la demanda presentada en su día en contra de los desvíos a camiones a las autopistas de peaje, y que en consecuencia sean sustituidos por desvíos voluntarios incentivados económicamente, como así se establecieron en el año 2015.