• Los Agentes de Tráfico llevan a cabo controles en carretera para detectar posibles fraudes en los dispositivos Adblue.

• La no utilización del Adblue tiene efectos negativos tanto en el medioambiente como entre la competencia leal entre las empresas transportistas.

Desde la puesta en circulación en el año 2009 de los nuevos vehículos de transporte de mercancías ( categoría Euro 5 y posterior Euro 6), la normativa europea estableció la necesidad de una mayor reducción en los niveles de emisiones  contaminantes a la atmosfera, optando la mayor parte de los fabricantes de camiones por la introducción en los motores de los camiones de una tecnología que mezcla el gasóleo con una base de urea, denominada comercialmente Adblue, lo que permite una reducción de los óxidos de nitrógeno en un 50% y de las de partículas en un 75% respecto de lo que emitían los vehículos hace 20 años.

Sin embargo, en los últimos años los Agentes de Tráfico están detectando, con ocasión de controles a transportistas en carretera, que algunos camiones tanto nacionales como extranjeros llevan instalados a bordo dispositivos en el sistema electrónico de admisión del carburante que emulan como si se estuviera utilizando dicho aditivo engañando al ordenador de a bordo, con los consiguientes perjuicios tanto medioambientales como a la competencia leal entre las empresas transportistas.

Por ello, FENADISMER advierte a los transportistas que realicen dichas prácticas fraudulentas de las consecuencias económicas que puede conllevar, ya que la utilización de dichos dispositivos comporta una infracción con multa de hasta 20.000 euros conforme establece la vigente Ley de calidad del aire y protección a la atmósfera.

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