Fenadismer denuncia la detención ilegal de camiones por parte de las autoridades belgas por deficiencias en el sistema de peajes implantado el pasado mes de Abril.

Como se recordará, desde su puesta en marcha el pasado 1 de Abril del nuevo peaje para camiones de más de 3’5 toneladas en las carreteras belgas, FENADISMER ha venido denunciando las numerosísimas incidencias técnicas tanto en los aparatos de control OBU que los transportistas deben llevar instalados a bordo de sus camiones como en la gestión y cobro de la tasa kilométrica establecida, habiéndose detectado múltiples anomalías y errores en la facturación realizada.

Sin embargo, lejos de minimizar los problemas ocasionados a los casi 2.000 transportistas, tanto belgas como del resto de la Unión Europea, que diariamente circulan por sus carreteras, las autoridades belgas han iniciado una “caza ilegal” de camiones procediendo a su detención en ruta, en base a una “presunta” falta de pago de peajes anteriores, pese a que a los transportistas titulares de dichos vehículos no se les había notificado previamente la existencia del presunto impago o, incluso lo que es más preocupante, las empresas gestoras del nuevo sistema de peaje han corroborado la inexistencia del impago.

Según la información facilitada por los servicios jurídicos de nuestra asociación belga confederada UPTR, la legislación de dicho país exige previamente a la posible detención de un vehículo en carretera que la Administración Tributaria dicte un título ejecutivo por impago de los peajes, que debe ser notificado al transportista para poder alegar lo que proceda. Por ello, la actuación que han llevado a cabo los agentes de control ha sido considerada como de “abuso de poder” por vulneración de la legalidad vigente, lo que ha obligado a liberar los camiones retenidos. En este sentido, los Tribunales de Justicia belgas han fallado en contra de dichas actuaciones, por considerarlas arbitrarias y desproporcionadas.

Asimismo FNADISMER considera injusto el régimen sancionador establecido en relación al nuevo sistema belga de peajes, que sólo prevé una única cuantía de 1000 euros de multa, cualquiera que sea la infracción cometida, sin distinguir si se trata de un mero error administrativo o informático o por el contrario se trata de una actuación intencionada.