• Los servicios intermediados por el Real Automóvil Club de España (RACE) en el País Vasco no se prestan desde hace un mes por no cubrir las tarifas del auto club los gastos requeridos para prestarlos.
  • RACE intenta maniobrar con empresas foráneas a la par que resuelve contratos con proveedores vascos para forzar el restablecimiento de servicios.

 

La prestación de servicios de grúa de auxilio en carretera continúa el año con problemas provocados por las escasas tarifas que aseguradoras, plataformas de asistencia y clubes automovilísticos pagan a las empresas de auxilio.

 

La desatención de servicios al Real Automóvil Club de España (RACE) en el País Vasco, ya cumple un mes, con más de un millar de vehículos que han quedado sin asistir, varados en campas e incluso algunas carreteras.

 

Las empresas de auxilio están priorizando los servicios rentables frente a los que aseguradoras e intermediarios les fuerzan a realizar a pérdidas, asistiendo únicamente a aquellos siniestros requeridos por las autoridades de tráfico o de fuerza mayor por la existencia de víctimas y otras circunstancias de similar gravedad.

 

El Automóvil Club, sigue sin revisar las tarifas que éste pagará para 2023 a las empresas de auxilio, mientras que las cuantías actuales no logran cubrir los costes de explotación necesarios para prestarlas.

 

De hecho, para combatir este conflicto, el RACE ha enviado a varias empresas radicadas en otras comunidades para intentar cubrir los servicios que no están siendo atendidos. Las empresas vascas de auxilio están valorando la interposición de denuncias y otras acciones al comprobar que algunas de las grúas destinadas a esas tareas por RACE podrían no tener autorización de transporte en regla, lo que puede implicar hasta sanciones para los directivos del automóvil club, de constatarse estos hechos, según la normativa de transportes a la que están sujetos.

 

Además, RACE en cierta actitud desesperada ha comunicado la resolución de contrato a varias empresas en un intento de asustar al resto de sus proveedores para que “vuelvan al redil”, cosa que no está logrando.

 

Las empresas agrupadas en la Asociación Vasca de Empresas de Auxilio en Carretera (ABEAC) miembro de la Alianza, ya han pedido disculpas a los asegurados en compañías como Liberty Seguros, Regal, Genesis, Qualitas Auto, Pelayo, Caser, Lease Plan o Ama y servicios a marcas como Stellantis (antigua PSA) y el grupo Volkswagen, para las que sirve de intermediario el RACE, por las molestias que sufran debido a la actitud intransigente de RACE, que solo puede deparar una escalada en el conflicto.

 

RACE que se negó a cumplir hace apenas un año la legislación sobre indexación de los precios de los carburantes, mantiene unos precios por servicios de grúa que hacen inviables su prestación sin incurrir en pérdidas a las empresas de auxilio, a lo que hay que unir el propio riesgo vial que implica esta actividad, que no se ve recompensado en modo alguno por el auto club, sin que conste a la Alianza ningún tipo de oferta al alza a las empresas de auxilio radicadas en el País Vasco, epicentro de un conflicto que puede extenderse a otros territorios y compañías aseguradoras o plataformas automovilísticas.

 

“Si RACE se empeña en un echar un pulso y no quiere ni sentarse a tratar este asunto, lo lógico es que el conflicto, a estas alturas, vaya a seguir y extenderse. La falta de responsabilidad social y corporativa de los intermediarios de auxilio ha pasado de afectar a las empresas de auxilio a ser una amenaza a los usuarios de nuestras carreteras” opinó el portavoz de la Alianza Xavier Martí

 

Temáticas: