Fenadismer acusa al RACC de criminalizar de nuevo a los transportistas y de moverse por intereses políticos en su campaña publicitaria al promover la prohibición de que los camiones circulen por las carreteras convencionales y se desvíen obligatoriamente a las autopistas de peaje.

La Federación Nacional de Asociaciones de Transporte de España (FENADISMER), organización que agrupa a 32.000 pequeñas y medianas empresas de transporte por carretera, desea manifestar públicamente su malestar y hartazgo ante la nueva campaña publicitaria que ha estado llevando a cabo estos días el Real Automóvil Club de Cataluña (RACC) en diferentes medios de comunicación, en la que, en un intento de confundir a la opinión pública, asocian las “9 muertes más” acaecidas en el último año en la N-340 a su paso por la provincia de Tarragona con la circulación de camiones por dicha vía, proponiendo como “solución sencilla y de aplicación inmediata” la prohibición de circulación de camiones por dicha vía y su desvío obligatorio a la autovía de peaje AP-7, acusando asimismo al Ministerio de Fomento de “pasividad” en este asunto.

 

Desde FENADISMER manifestamos nuestro absoluto rechazo a dicha campaña publicitaria, al situar al colectivo de transportistas como responsables principales de la siniestralidad en las carreteras, lo que es absolutamente incierto, ya que dichas víctimas mortales no son imputables al sector del transporte por carretera. Pero es que además dicha campaña denota una clara falta de imparcialidad y rigor estadístico en la actuación del RACC, que parece actuar más como una “caja de resonancia” al servicio de determinados intereses políticos, que por motivos exclusivamente técnicos, como sería lo esperable en una institución como el RACC.

 

Frente a la propuesta aparentemente “sencilla y de aplicación inmediata”, como señala el RACC, de desviar obligatoriamente a los camiones a la autopista de peaje, sin embargo no menciona que dicha actuación supondría para los transportistas un desembolso adicional de al menos 15 millones de euros en favor de la concesionaria de autopistas Abertis (de la que es propietaria La Caixa), y que asimismo tendría repercusiones directas sobre el carácter de vía rápida que define precisamente a una autopista, al incrementar de forma importante el número de vehículos pesados que transitarían por la misma, en perjuicio de los turismos que utilizan la autopista precisamente por las ventajas de rapidez que comporta la autopista frente a la carretera convencional.

 

Frente a ello, FENADISMER plantea como medidas efectivas y de bajo coste para reducir la siniestralidad en la carretera nacional 340, entre otras, las siguientes:

 

  • Reducir la velocidad máxima en los tramos más peligrosos de la citada carretera, lo que redundaría de modo directo en la reducción de siniestralidad y además desincentivaría a un importante número de conductores particulares de utilizarla optando por la autopista, sobre todo en desplazamientos largos.
  • Incrementar la velocidad máxima autorizada en la autopista de peaje, ya que el estrecho margen de velocidad máxima existente entre ambas vías no fomenta la utilización entre los conductores particulares de la autopista.
  • Establecer un programa de descuentos para todos los usuarios de la autopista de peaje, para incentivar su utilización voluntaria, fomentando el trasvase de todas las categorías de vehículos desde la carretera nacional hasta la autopista.
  • Convertir la actual carretera N-340 en una vía 2+1 carriles, para favorecer el adelantamiento de los vehículos en condiciones más seguras, habiendo resultado dicha configuración muy exitosa en los países donde se encuentran implantadas, y además con un coste muy inferior al de convertir la actual N-340 en autovía.
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