El Parlamento Europeo propone limitar a 8 horas el tiempo máximo del transporte de animales, lo que perjudicaría muy gravemente a las empresas de transporte de los países del Sur de Europa, especialmente a las empresas españolas.

FENADISMER mantiene una reunión con el Eurodiputado Luis de Grandes, portavoz de la Comisión de Transportes, para la defensa de los intereses del sector.

El Presidente de la Federación Nacional de Asociaciones de Transporte de España, (FENADISMER) Julio Villaescusa, acompañado del Secretario General de su organización sectorial de Transporte de Animales Vivos (ANTA), Alberto Herranz han mantenido este viernes una reunión con el Europarlamentario español Luis De Grandes Pascual, en su condición de ponente del Informe de opinión de la Comisión de Transportes relativo a la Propuesta de modificación del Reglamento CE 1/2005 sobre la protección de los animales durante el transporte.

La Propuesta de modificación del Reglamento, defendida por los países centroeuropeos, muy especialmente por Holanda y Dinamarca, amparándose en una supuesta defensa del bienestar animal, pretende la reducción de la duración del transporte de animales vivos a un máximo de 8 horas, exclusivamente cuando los animales vayan destinados al sacrificio en mataderos. Sin embargo, paradójicamente, pese al interés en proteger la salud y el bienestar animal, ésta limitación de 8 horas no afectaría al transporte de animales vivos cuyo destino no fuera el sacrificio en matadero, que es la actividad principal de las empresas españolas, sino otros distintos, que les mantendría con vida, como por ejemplo el engorde, estudios genéticos, etc…, casualmente actividades realizadas por las empresas de estos países centroeuropeos, lo que evidencia que son exclusivamente intereses económicos entre países y no la salud animal lo que preocupa a los precursores de la limitación de la actividad de las empresas de transporte.

Detrás de los argumentos a favor de la modificación del Reglamento 1/2005 se encuentra la posición interesada, desde el punto de vista económico, de los países centroeuropeos y del norte de Europa cuya actividad económica y productiva se basa en la exportación de carne y sus congelados y productos despiezados, que buscan con el falso argumento de la defensa del bienestar animal, garantizar e incrementar su mercado aumentando sus exportaciones, en detrimento de  España y demás países del sur de Europa que son grandes exportadores de animales vivos.

La modificación propuesta del Reglamento 1/2005 supondría para España gravísimos perjuicios económicos ya que supondría la desaparición de una gran mayoría de empresas de transporte de animales, así como la destrucción de numerosas explotaciones ganaderas e industrias conexas, lo que llevaría a la destrucción enorme de puestos de trabajo. En este sentido, en Europa se transportan en la actualidad unos 375 millones de animales, siendo España uno de lo principales países exportadores fundamentalmente de ganado porcino, ovino y vacuno y el país más especializado en el transporte de este tipo de animales

Asimismo, hay que recordar que la Propuesta de modificación supondría incrementar nuevamente los costes de las empresas transportistas que desde la aprobación del Reglamento en el año 2005 han sufrido ya un incremento en sus costes de más de un 20%.

Ante esta realidad que conllevaría grandes perjuicios económicos para España, el ponente del informe de Opinión de la Comisión de Transportes y Europarlamentario, Luis de Grandes, se ha comprometido a mantener una oposición clara y frontal contra la propuesta de modificación del Reglamento 1/2005, resaltando que no se trata de la defensa del bienestar animal sino de la defensa de intereses económicos y de mercado específicos de los países centroeuropeos, para lo que se buscará el apoyo de los países periféricos y del sur de Europa, altamente perjudicados por la Propuesta de modificación del Reglamento.

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